SER EMPRENDEDOR
Ser emprendedor no es para cualquiera.
...Ves cosas y dices, ¿por qué?, pero yo sueño cosas que nunca fueron y digo, ¿por qué no?...
"...LLEVAR UN ESCUDO NO SIGNIFICA QUE ERES DEBIL, SIGNIFICA QUE TIENES ALGO O ALGUIEN A QUIEN PROTEGER."
Ser emprendedor no es para cualquiera.
Medusa es uno de los personajes de la mitología griega más fáciles de reconocer a simple vista. Con su inconfundible cabello de serpientes y el poder de convertir a quien la mire en piedra, es uno de los monstruos más populares en las historias de la antigüedad. Pero hay una parte de su historia que no todos conocen y que cambiará tu perspectiva por completo.
La mujer serpiente no siempre tuvo una apariencia escalofriante. Medusa era una de las tres hermanas gorgonas (una clase de monstruo femenino). A diferencia de Esteno y Euríale, ella era la única mortal en la familia.
Ovidio fue un poeta romano considerado como uno de los más importantes en la literatura en latín y también fue uno de los primeros en describir cómo fue que el ser mitológico se convirtió en una terrible criatura. La Enciclopedia de Historia Antigua cita a Ovidio de forma breve, pero impactante. Medusa era una hermosa joven y Poseidón la deseó para él. El dios de los mares la atacó y la violó dentro de un templo dedicado a Atenea. La diosa tomó este ataque como una ofensa y castigó a la mujer dándole serpientes en lugar de cabello y con la maldición de convertir en piedra a quien mirase.
Después de ese capítulo, viene el más popular: aquel en el que Perseo mata a la "temible" Medusa. El Rey Polidectes estaba enamorado de Dánae, la madre de Perseo.
Su hijo no aprobaba esta relación porque consideraba que el soberano carecía de honor. Para deshacerse del hijo, Polidectes le pidió que le consiguiera la cabeza de la gorgona. Como señala el Museo Metropolitano de Arte, los dioses ayudaron a Perseo en su misión y le brindaron regalos para asegurarle la victoria. Una pieza clave en su triunfo fue el escudo pulido de Atenea, el cual le permitió acercarse a Medusa y evitar su peligrosa mirada.
Cuando Perseo la decapitó, de su cuello brotaron el gigante Crisaor y caballo alado Pegaso. Ambos son considerados como los hijos de Poseidón, lo cual quiere decir que fueron fruto de una violación y que Medusa estaba embarazada cuando la asesinaron.
No es una noticia insólita que la mitología griega esté plagada de relatos de abuso y violencia, pero es interesante (y trágico) descubrir que Medusa aún es recordada como un monstruo cuando su único "crimen" fue ser atractiva. La víctima fue también la única que recibió un castigo por los actos de Poseidón. E incluso Atenea creó la flauta para imitar los lamentos de Esteno y Euríale tras el asesinato de su hermana.
Medusa resultó no ser el verdadero monstruo en esta historia.
Durante la era colonial estadounidense, las langostas se consideraban "carne de basura" y eran comidas por sirvientes, prisioneros y familias pobres que no podían pagar nada más. Incluso las tribus indígenas que vivían cerca de la costa usaban langostas como fertilizante o cebo para peces en lugar de consumirlas.
El político de Kentucky del siglo XIX, John Rowan, dijo una vez: "Las conchas de langosta en una casa se consideran signos de pobreza y degradación". Era común que las personas enterraran los caparazones de langosta en su patio trasero para evitar que sus vecinos los vieran.
En una ciudad de Massachusetts, los sirvientes contratados incluso demandaron a sus dueños porque les estaba dando demasiada langosta. Ganaron la demanda y entendieron que solo podían ser alimentados con langosta, a lo sumo, tres veces por semana.
Las langostas tenían tan mala reputación porque eran extremadamente abundantes. Los primeros colonos podrían simplemente caminar hasta la costa y recogerlos porque se arrastrarían a la costa en masa. Tampoco ayudó que durante este tiempo, la gente comía langosta al asarla por completo y comerla como una pasta o estofado.
A principios del siglo XIX, las personas pagaban 53 centavos por libra de frijoles horneados en Boston y pagaban solo 11 centavos por una libra de langosta. Era bastante común que se sirviera a los gatos.
Hacia finales del siglo XIX, la opinión pública comenzó a cambiar. A medida que los ferrocarriles comenzaron a expandirse en todo Estados Unidos, las compañías ferroviarias decidieron servir langosta porque era barata, abundante y en gran parte desconocida para los pasajeros del interior que la encontraban deliciosa y exigían más. Fue durante este tiempo que la carne de langosta también se estaba enlatando y vendiendo en todo el país, lo que impulsó la demanda aún más.
En la década de 1920, había menos langostas, pero la demanda continuó aumentando. En la década de 1950, la langosta había consolidado su condición de manjar y se había convertido en algo que comían las estrellas de cine y los ricos.
Este mundo está lleno de mitos y leyendas, es por eso que esta vez les voy a dejar esta Leyenda.
Esta cuenta la historia del significado que tienen las campanas que muchas veces podemos ubicar en algunas motocicletas (normalmente custom), la Historia va más o menos así, aunque existen diferentes orígenes y distorsiones a lo largo de la Historia, el destino de esta campana es básicamente el cuidar a su dueño en el camino.
Hace muchos años, en una noche fría de diciembre, un viejo motociclista volvía de un viaje con sus alforjas llenas de los juguetes y de otras baratijas que había comprado para los niños de un grupo cerca de donde él trabajaba. Mientras montaba a lo largo de esa noche, pensaba cuán afortunado era él en ese estado de su vida, tener un "socio" cariñoso como su moto que entendía su necesidad de vagar por las carreteras y a su vieja cacerola que no la había dejado abajo ni una vez en los muchos años ellas había compartido el camino junto con él.
Cercana a las 40 millas de norte de la frontera en el desierto alto, estaban al acecho un grupo pequeño de "duendes" conocidos como "DUENDES DEL CAMINO". Sabes, existen obstáculos en la carretera, tales como zapatos, palos y pedazos de viejos neumáticos y también clavos de ésos temidos para los motociclistas y tantos otros objetos que influyen en el rodar de una moto, así los "DUENDES DEL CAMINO" los aprovechan para tener una ocasión de regocijo sobre sus actos del mal.
Bien, éste motociclista solitario entró a una curva a la luz de la Luna y los “duendes” lo emboscaron, haciéndolo estrellarse contra el asfalto y en el resbalón -antes de detenerse- una de sus alforjas se rompió. Yacía ahí incapaz de moverse, cuando los "DUENDES DEL CAMINO" de acercaron hacia él.
Este motociclista no estaba dispuesto a entregarse y comenzó a lanzarles los objetos que traía en sus alforjas, mientras los “duendes” seguían acercándose. Finalmente, se quedó sin nada que lanzar, pero, él tenía una campana y comenzó a sonarla con la esperanza de asustar a los pequeños y malvados “duendes”. A una media milla de ahí, lejos acampados en el desierto, estaban dos motociclistas sentados alrededor de una fogata mientras charlaban de su día de paseo y de la libertad que sentían cuando el viento soplaba en sus caras mientras recorrían el extenso país. En la calma del aire de la noche oyeron un sonido parecido al de campanas de iglesia, y dispuestos a investigar fueron hacía donde provenía el sonido. Encontraron al viejo motociclista al borde de la carretera con los “duendes” que lo rodeaban para raptarlo, procedieron a disuadir a los “duendes” hasta que el último se escurrió en la noche.
Estando agradecido de los motociclistas, el viejo “lobo del camino” les ofreció pagarles su ayuda, pero como hacen todos los motociclistas verdaderos, ellos rechazaron aceptar cualquier tipo de pago. No siendo él partidario de dejar pasar un noble acto inadvertido, el viejo motociclista corto dos pedazos de cuero de sus alforjas y les ató una campana a cada uno. Enseguida las colocó en cada una de las motocicletas de los motoristas, tan cerca de la tierra como fue posible.
El viejo lobo solitario del camino les dijo a los dos viajeros: “con esas campanas colocadas en sus motos, estarán protegidos contra los “duendes del camino” y siempre que estén en un apuro hagan sonar la campana y un compañero motociclista irá en su ayuda”.
Así que cuando veas a un motociclista con una campana, sabes que lo han bendecido con la cosa más importante de la vida: “La amistad de un motorista compañero de ruta”.
Fuente: https://www.pasionbiker.com/leyenda-de-la-campana/
Sabemos que los viajes en dos ruedas en una actividad que data de mucho tiempo atrás y que a lo largo de su trayectoria ha ido recolectando anécdotas y costumbres que con el paso del tiempo se han convertido en leyendas y tradiciones que hoy día tienen un significado casi sagrado para todos nosotros.
TAL ES EL CASO DEL ATRAPASUEÑOS, UNA LEYENDA BIKER CONOCIDA POR MUCHOS MOTEROS MÁS NO FORZOSAMENTE ADOPTADA POR TODOS.
El atrapasueños, también conocido como cazador de sueños. Es un amuleto en forma circular hecho a mano, generalmente con una bara de sauce que tiene un tejido en forma de telaraña con un agujero en el centro, el cual tiene como función filtrar las malas energías y los malos pensamientos, también tiene plumas y cuentas. Es una tradición ancestral que entre hermanos moteros se regalen este amuleto, ya que para que realmente funciones tiene ser regalado por alguien que de corazón desee siempre tengas un buen viaje. Así que si te han regalado uno siéntete afortunado y realmente apreciado pues no tiene más que un significado positivo y de buenas intensiones hacia ti. También es tradición que no puedes colgar otro atrapasueños en tu moto hasta que la última pluma del anterior se caiga.
Este símbolo también es una costumbre entre motociclistas que fue sobre todo arraigada en los años 60 durante la guerra de Vietnam, donde los moteros americanos e irreverentes junto a los hippies que no querían la guerra, en demostración de rebeldía, recorrían el país y al pasar por las reservas indígenas se llevaban como símbolo de amistad colgado en su motos este símbolo.
El atrapasueños no es exclusivo de los biker, es más bien como lo decíamos en un inicio una amuleto con significado y costumbres heredadas de nuestros antepasados indígenas, cualquier persona con fe y que crea en su energía positiva puede tener uno, bueno, siempre y cuando sea regalado.
Fuente: https://www.pasionbiker.com/atrapasuenos-una-leyenda-biker/
Había tanta fruta y yo,
escogí la maracuyá,
¡La más bonita!
Qué color,
¡Qué cuerpo!
Esa quiero yo,
me dije en voz baja,
¡Es la más hermosa!
Resalta entre ellas,
es exótica,
de un sabor distinto,
solo para ciertos gustos,
¡No todos sabemos apreciarla!
Pero al abrirla,
al mirar dentro de ella,
¡Qué desilusión!
Qué chasco me lleve,
no lo creía,
¡No tenía nada!
Estaba hueca,
vacía,
de balde la pinta,
me dejé llevar,
¡Me engaño su apariencia!
Tengan cuidado,
hay mucha fruta así,
qué por fuera de ven dulces,
apetitosas,
y por dentro son amargas,
insípidas,
aprendamos a mirar lo que hay dentro de cada ser humano,
y fijémonos menos en el exterior
Fuente:
Maribella
Cuando en 1973 Roberto Gómez Bolaños (Chespirito) creó la serie de humor "El Chavo del ocho" no imaginó que su personaje Doña Florinda iba a dar pie a uno de los tres síndromes que infectan al pueblo trabajador de América Latina.
Y porqué no, en el mundo entero.
El síndrome de Doña Florinda. Acuñado por Rafael Ton, que escribió un libro con ese título.
Los doña Florinda o don Florindo son las personas pobres que odian o desprecian a sus pares. Es decir a sus vecinos o gente de su clase social.
Los doña Florinda no son de clase media... son pobres. Algunos de ellos (ellas) viven en barrios de clase media para creerse lo que no son.
Todos en la vecindad del Chavo del ocho eran pobres. Porque todos ellos eran dueños de nada.
No tenían casa propia y debían pagar mes a mes el derecho a un techo a un obeso recaudador llamado don Barriga.
Doña Florinda era tan pobre como todos, excepto por una pensión que le dejó don Federico (el papá de Quico) un marino mercante que se perdió en alta mar.
Con esa pensión pagaba religiosamente la renta y mantenía muy limpio y elegante a Quico en su traje de marinerito.
Además de comprarle todos los juguetes y caramelos que a Quico se le antojaban.
Mientras lo miraba el Chavo... siempre con hambre.
Como detestaba a sus vecinos, doña Florinda andaba siempre enojada. Con una mueca en el rostro, como oliendo caca.
Sólo sonreía cuando aparecía el profesor Jirafales, con un humilde ramo de rosas.
El maestro longaniza también era pobre. Cobraba el salario mensual de un profesor de la educación pública.
Como odian a los de su clase los doña Florinda votan a la derecha... o a los intereses de la derecha.
Putean cuando escuchan la palabra socialismo o populismo, mientras le meten más papas a la olla para hacer rendir el guiso.
Repiten como loros "no queremos ser Venezuela". Como si vivieran en Manhattan o el Principado de Mónaco.
Y no se juntan con la chusma.
Aunque doña Florinda colgaba sus calzones en el mismo tendal donde don Ramón colgaba sus calzoncillos.
Los tres síndromes que infectan la clase obrera y trabajadora son:
El síndrome del Tío Tom.
El síndrome de doña Florinda.
Y el síndrome de Stephen Candie. (el peor de todos)
Demasiados síndromes están enquistados en la clase trabajadora... Para suerte de los ricos y poderosos.
Y para desgracia de tantos niños con hambre y sin futuro.
Como el Chavo del ocho.
Autor: No tengo idea, pero no soy yo 🙈