Piromanos de la Oscuridad

...Ves cosas y dices, ¿por qué?, pero yo sueño cosas que nunca fueron y digo, ¿por qué no?...

Mi foto
Nombre: Qala Uma
Ubicación: Latinoamerica, Peru

"...LLEVAR UN ESCUDO NO SIGNIFICA QUE ERES DEBIL, SIGNIFICA QUE TIENES ALGO O ALGUIEN A QUIEN PROTEGER."

18 de mayo de 2016

EL REY Y LOS PERROS SALVAJES

El último rey de cierta comunidad tenía diez perros salvajes. Los usaba para torturar y que se comiera a cualquiera de sus servidores que cometiera un error. Uno de los criados hizo mal un dictamen y al rey no le gustó en absoluto. Por lo que ordenó que el sirviente debería ser arrojado a los perros.

El sirviente dijo:

- "Yo te serví durante diez años, y tú me haces esto a mí? Por favor, dame diez días antes de lanzarme a los perros"- , y el rey se los concedió.

En esos diez días, el criado se dirigió al guardia que se ocupa de los perros y le dijo que le gustaría servir a los perros durante los próximos diez días. El guardia estaba desconcertado, pero estuvo de acuerdo, y el criado se dedicó a la alimentación de los perros, la limpieza, a bañarlos, y con todo tipo de confort para ellos.

Cuando los diez días habían terminado, el rey ordenó que el sirviente fuera arrojado a los perros para su castigo. Cuando fue lanzado, todos estaban sorprendidos de ver solamente los perros voraces ¡lamiendo los pies del criado!


El rey, desconcertado ante lo que estaba viendo, dijo:


- "Que es lo que ha sucedido con mis perros?"


El sirviente respondió: 


-"Serví a los perros sólo diez días, y ellos no olvidaron mis servicios. Sin embargo, te serví por diez años y usted se olvidó de todo, en mi primer error!" -

El rey se dio cuenta de su error y ordenó al criado que ser puesto en libertad.

Este mensaje es un mensaje a todos aquellos que se olvidan de las cosas buenas que una persona hizo por ellos, tan pronto como la persona que comete un error hacia ellos lo ponen fuera.

EL DIOS DE EINSTEIN



Sabían que cuando Einstein daba alguna conferencia en las numerosas universidades de USA, la pregunta recurrente que le hacían los estudiantes era:

-¿Cree Ud. en Dios?

Y él siempre respondía:

-Creo en el Dios de Spinoza.

El que no había leído a Spinoza se quedaba en las mismas.



Baruch de Spinoza, fue un filósofo Holandés considerado uno de los tres grandes racionalistas de la filosofía del siglo XVII, junto con el francés Descartes. Aquí algo de él.

Este es el Dios o Naturaleza de Spinoza:

Dios hubiera dicho:

"Deja ya de estar rezando y dándote golpes en el pecho! Lo que quiero que hagas es que salgas al mundo a disfrutar de tu vida. Quiero que goces, que cantes, que te diviertas y que disfrutes de todo lo que he hecho para ti.

¡Deja ya de ir a esos templos lúgubres, obscuros y fríos que tú mismo construiste y que dices que son mi casa. Mi casa está en las montañas, en los bosques, los ríos, los lagos, las playas. Ahí es en donde vivo y ahí expreso mi amor por ti.



Deja ya de culparme de tu vida miserable; yo nunca te dije que había nada mal en ti o que eras un pecador, o que tu sexualidad fuera algo malo. El sexo es un regalo que te he dado y con el que puedes expresar tu amor, tu éxtasis, tu alegría. Así que no me culpes a mí por todo lo que te han hecho creer.

Deja ya de estar leyendo supuestas escrituras sagradas que nada tienen que ver conmigo. Si no puedes leerme en un amanecer, en un paisaje, en la mirada de tus amigos, en los ojos de tu hijito. ¡No me encontrarás en ningún libro! Confía en mí y deja de pedirme. ¿Me vas a decir a mí como hacer mi trabajo?.

Deja de tenerme tanto miedo. Yo no te juzgo, ni te crítico, ni me enojo, ni me molesto, ni castigo. Yo soy puro amor.

Deja de pedirme perdón, no hay nada que perdonar. Si yo te hice, yo te llené de pasiones, de limitaciones, de placeres, de sentimientos, de necesidades, de incoherencias, de libre albedrío ¿Cómo puedo culparte si respondes a algo que yo puse en ti? ¿Cómo puedo castigarte por ser como eres, si yo soy el que te hice? ¿Crees que podría yo crear un lugar para quemar a todos mis hijos que se porten mal, por el resto de la eternidad? ¿Qué clase de dios puede hacer eso?



Olvídate de cualquier tipo de mandamientos, de cualquier tipo de leyes; esas son artimañas para manipularte, para controlarte, que sólo crean culpa en ti.

Respeta a tus semejantes y no hagas lo que no quieras para ti. Lo único que te pido es que pongas atención en tu vida, que tu estado de alerta sea tu guía.

Amado mío, esta vida no es una prueba, ni un escalón, ni un paso en el camino, ni un ensayo, ni un preludio hacia el paraíso. Esta vida es lo único que hay aquí y ahora y lo único que necesitas.

Te he hecho absolutamente libre, no hay premios ni castigos, no hay pecados ni virtudes, nadie lleva un marcador, nadie lleva un registro. Eres absolutamente libre para crear en tu vida un cielo o un infierno.



No te podría decir si hay algo después de esta vida, pero te puedo dar un consejo. Vive como si no lo hubiera. Como si esta fuera tu única oportunidad de disfrutar, de amar, de existir.

Así, si no hay nada, pues habrás disfrutado de la oportunidad que te di. Y si lo hay, ten por seguro que no te voy a preguntar si te portaste bien o mal, te voy a preguntar ¿Te gustó?... ¿Te divertiste? ¿Qué fue lo que más disfrutaste? ¿Qué aprendiste?...

Deja de creer en mí; creer es suponer, adivinar, imaginar. Yo no quiero que creas en mí, quiero que me sientas en ti. Quiero que me sientas en ti cuando besas a tu amada, cuando arropas a tu hijita, cuando acaricias a tu perro, cuando te bañas en el mar.

Deja de alabarme, ¿Qué clase de Dios ególatra crees que soy? Me aburre que me alaben, me harta que me agradezcan. ¿Te sientes agradecido? Demuéstralo cuidando de ti, de tu salud, de tus relaciones, del mundo. ¿Te sientes mirado, sobrecogido?... ¡Expresa tu alegría! Esa es la forma de alabarme.



Deja de complicarte las cosas y de repetir como perico lo que te han enseñado acerca de mí.

Lo único seguro es que estás aquí, que estás vivo, que este mundo está lleno de maravillas.

¿Para qué necesitas más milagros? ¿Para qué tantas explicaciones?

No me busques afuera, no me encontrarás. Búscame dentro, ...ahí estoy, latiendo en ti".

Baruch de Spinoza.-

LA RANA INDECISA


Ponga una rana en un recipiente lleno de agua y comience a calentar el agua.
A medida que la temperatura del agua empieza a subir, la rana ajusta su temperatura corporal en consecuencia.
La rana se mantiene ajustando su temperatura corporal con el aumento de la temperatura del agua. 

Justo cuando el agua está a punto de alcanzar el punto de ebullición, la rana no puede ajustar más.
En este punto la rana decide a saltar.
La rana trata de saltar, pero es incapaz de hacerlo, ya que ha perdido toda su fuerza ajustando la temperatura corporal.
Muy pronto la rana muere.

¿Qué mató a la rana?
¡Piensa en eso!
Sé que muchos van a decir que el agua hirviendo.
Pero la verdad, sobre lo que mató a la rana fue su propia incapacidad para decidir cuándo saltar.
Todos nos tenemos que ajustar, con la gente y las situaciones, pero tenemos que estar seguros cuando tenemos que ajustar y cuando tenemos que seguir adelante o cuando saltar.
Hay momentos en los que necesitamos hacer frente a la situación y tomar las acciones apropiadas, antes de que estemos incapacitados para saltar.
Si permitimos que la gente nos explote física, emocional, financiera, espiritual o mentalmente continuarán haciéndolo.
Decidamos cuándo saltar!
Nadie va a saltar por nosotros...
Vamos a saltar mientras tengamos la fuerza.